domingo, 26 de mayo de 2013

No te escondo nada - Sylvia Day

Está claro que antes del fenómeno Grey ya había muchos libros de temática erótica, y de calidad. Sin embargo no podemos pasar por alto la enorme influencia que ha tenido en el mundo de la literatura contemporánea. Esta trilogía es un ejemplo de ello, y seguro que vendrán muchos más. Aquí únicamente se recoge el primer libro, "No te escondo nada", puesto que es el único que he leído, y no se si continuaré con los otros. Sylvia tenía que saber que todo el mundo compararía ambas trilogías, y podía haber puesto más empeño en crear algo más sólido y con fundamento. 

Obviamente 50 sombras no es una obra maestra, aunque tampoco entiendo del todo la manía absurda que le tiene mucha gente. Si, es cierto que no se acerca ni de lejos al mundo de BDSM  y que no es fiable en ciertos aspectos, pero me ha hecho mucha gracia ir descubriendo como se basaba en los personajes de Meyer, al menos en el primer libro, sobre todo en lo que a familias, escenas puntuales y gustos se refiere, y ahora Sylvia Day hace una copia hortera y obscena del señor Grey. Desconozco el orden de escritura (que no de publicación) de una saga respecto a otra, pero como siempre, son demasiadas coincidencias.

Después de leer muchísimas reseñas de 50 Sombras, donde las opiniones iban desde la obsesión hasta el asco absoluto, tengo que recalcar, tal y como dije en la entrada correspondiente, que lo que realmente me parece interesante es Christian, porque creo que su trasfondo psicológico está relativamente bien trabajado, cosa que no ocurre con Gideon Cross.

Ambos hombres de negocios de 28 años, que se encuentran con la mujer de su vida cuando esta se da de bruces contra el suelo en su oficina/edificio, inmensamente ricos, dueños de multitud de locales, que disfrutan dominando pero que necesitan ser dominados desde abajo. Físicamente perfectos, con rostros indescriptiblemente hermosos, aunque parece que Gideon está más musculado. Los colores de ojos se intercambian, azul por gris y gris por azul. Familia adinerada, pasado problemático. Pesadillas (las de uno aterradoras y las de otro una parasomnia sexual). Obsesión por el control y por la invasión de la intimidad, predilección por las morenas. Notas internas que no le llegan a la suela de los zapatos a los correos electrónicos. Una mujer que parece entrometerse y a la que aparentemente hay que quitar de en medio, tensión sexual irremediable en los ascensores, collages con fotos de los dos...Y esta lista se iba ampliando en mi cabeza según iba leyendo. 

En varias ocasiones he visto verdaderas "influencias" de Christian, como la corbata plateada, o que de repente le suelte: ¿Tienes una palabra de seguridad, Eva? Sin haber hecho más alusión al asunto. Que por cierto... ROJO es una palabra de seguridad. Incluso "Pirulí" es una palabra de seguridad, por lo absurdo del contexto. Pero ¿Crossfire? (Fuego cruzado). Es el nombre de un edificio... No se puede gritar, no es llamativa, sino susurrante. Es como si le dijera... Oye! Nos echamos una partidita a la consola a ese shooter nuevo? 

Lo más significativo son las diferencias entre Anastasia y Eva, que proviene de familia adinerada por parte de madre, y aunque es igual de insaciable (páginas y páginas polvo tras polvo) parece que, a pesar de sus traumas pasados, que aquí todos tienen uno, encaja más con la imagen de una mujer todoterreno. Toma las riendas para luchar contra un pasado que Anastasia no tiene. Otra cosa que me ha gustado es la humildad que demuestra Gideon cuando se equivoca. Sabe que la ha fastidiado, y pide perdón, Christian ni siquiera dejaba que contemplaras la posibilidad de que él no tuviera razón. 

Lo más sorprendente es que parece que está escrito por dos personas distintas. El ritmo es agradable, de hecho lo leí de un tirón, pero me choca demasiado, y negativamente, que se intercale una frase medianamente bonita, o una confesión susurrada, para posteriormente soltar expresiones tan malsonantes como "capullo" (pene), "mamar" (sexo oral) o "pelotas". (testículos) En la historia de E. L James está mucho más cuidado, mucho más sensual, aunque no se hasta que punto es culpa de la traducción. Si va a usarse ese vocabulario, ha de crearse un entorno propicio y coherente.

Y luego, está el tema del argumento, que es totalmente inexistente. Pasan de ser completos desconocidos a depender el uno del otro sin una evolución previa, que puede ser más o menos larga, pero siempre ha de ser explicada para que el lector entienda su nexo. La sucesión de acontecimientos viene marcada por los traumas de cada uno de los personajes principales (Eva, Gideon y Cary, amigo de Eva, bisexual y también con un pasado tormentoso). Al principio exponen sus miedos, y realmente quedas con la intriga de completar sus historias, pero cuando llegas al final del libro prácticamente acabas de empezar a conocer a Gideon, lo que por otra parte, es demasiado precipitado, pues tardamos más del doble de páginas en suponer los entresijos de Christian. 

Los personajes saltan de un estado y de un lugar a otro sin una conexión aparente, excepto la mirada que cruzaron al conocerse, además de la de follar en todas las superficies y medios de transporte disponibles, y no hay un motivo de peso para que Gideon Cross deje a un lado su "supuesto" y frío modo de tratar a las mujeres con las que se acuesta para comportarse como un hombre enamorado. No existe esa transición.

En conclusión, me quedo sin lugar a dudas con el señor Grey. 

Nota: 6

1 comentario:

  1. Yo me acabo de bajar uno de esta autora, a ver que tal...

    http://libros-descarga-directa-ebook-pdf.blogspot.com.es/

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