domingo, 3 de febrero de 2013

Lincoln

Otra película que vende por su apellido, en este caso doble. 
Siendo sincera, no pude evitar echarme un par de cabezaditas, así que no tengo ningún derecho a opinar del film completo, pero si de informarme por la red y ver las opiniones de los demás, con las que estoy bastante de acuerdo.

Como ya comenté en War Horse, no acaba de convencerme esta manera de trabajar de Spielberg. No me transmite tanto como debería, o al menos esa es mi impresión. Salgo de la sala sin que me haya aportado nada.

Con un comienzo tedioso y lento, no consigue avivar el interés, ya sabemos de antemano como terminará, lo que contribuye a la pesadez de la trama. Sin olvidar el doblador, cuya voz garantiza somnolencia. Tal vez no fue una decisión acertada. 

Una eterna discusión sobre quién está a favor y quien en contra, papeluchos pasando de mano en mano. Votos, vítores. Fin.
Creo que, fundamentalmente, el error está en el título de la película. No es Lincoln, es la Decimotercera enmienda. Él es solo un personaje más, con más peso, obviamente, pero nada de lo que nos prometieron en ese apasionado trailer. Nos deja entrever un padre cariñoso, pero se queda ahí. Me hubiera gustado que explotaran más esa parte, pues en ocasiones, a través de  pequeños gestos, nos formamos una idea de un hombre familiar, tranquilo y capaz de atender cualquier pequeño problema con su debida atención. 
12 posibles estatuillas, dicen. Bueno, ya veremos. En mi opinión no es digna de recordar. 

Nota: 5

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